jueves, 30 de julio de 2009

Para toda acción hay una reacción

Alguna vez se me ocurrió este texto en medio de una de las tantas clases de derecho... aburrida por cierto.

Acción: El chofer de la línea 181, interno 16, no pisa el freno a tiempo y se manda para cruzar Nazca en pleno semáforo rojo.
Reacción: El tan buen hombre y nunca negligente conductor de tamaño automotor, se llevo puesta a una viejecita hasta Versalles. La pobre señora, quedó adosada a la parrilla con la estrella de Mechi Benz impresa en el medio del tórax; hasta que un gentil peatón notó la peculiaridad y le avisó al chofer.
Para que… el magnánimo señor que controla al útil transporte público, clavó las guampas y la viejecilla salió expelida 75 metros hasta atravesar una vidriera que decía “Carlos López y Hno. Sepelios”. ¿Ironía? ¿Casualidad? Nada de eso, la naturaleza es sabia.

1 comentario:

  1. Hola.Acabo de toparme con tu blog.Tu descripción de las vacaciones es totalmente auténtica:son una
    tortura inventada por el mismísimo Satanás,para
    poner a prueba nuestra capacidad de aguante.Para
    la próxima,te recomiendo mandar a los tuyos a freir espárragos y a tumbarte sobre la grama de tu jardín,si lo tienes,y si no,pues en el balcón
    y que te abaniquen con una hoja de palmera,como a un Sultán y te traigan tu bebida favorita.
    Total,quien se parte el lomo durante todo el año
    eres tu,y para tí son las vacaciones,¿O no?.Y ya
    verás que serán las mejores vacaciones de tu vida.Te saluda desde Valencia,Venezuela.

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